Laura Adriana ORORBIA
Leones –
Córdoba - Argentina
Reposo
Sequía contundente
un hilado retórico
que no aprueba
calla
siente
una lija en su garganta
pone freno de mano
en un pase de factura
arabesco de insomnio
que siembra un bostezo
plenitud y empacho
puesto al sereno
con las letras en Paz.
Credo
Niño, deja
ya de joder con la pelota,
Niño, que
eso no se hace,
que eso no
se dice,
que eso no se toca.
JOAN MANUEL SERRAT
“Esos locos bajitos”
Al filo de la muchedumbre
es una guillotina el desafío
Intima contra el miedo
creer en uno mismo
No callan
las mandatos son cuna de
serpientes
Perforan los oídos
ajustan, destierran
son molduras
Mienten:
“ desconfía de tí
olvida a ese niño, crece
déjale tus manos
y los dedos dormidos”
Si me paro, de pronto,
al borde del abismo
sin miedo
retórico
podría darme cuenta
que pertenezco al cielo
sin límite, sin prisa
el cielo todo es mío.
Inocencia
Desconoce el alma
a la carga de la prueba
parámetro dormido
Desconoce el alma
a la lluvia que se aquieta
a las grietas de la escarcha
a la sombra, a la pandemia
Desconoce el alma
tan solo se conecta
y resume a ese Dios
y lo pega a este cuerpo
lo sostiene lo abraza
le permite crear
de manera discreta
y le entrega unas manos
para hacer el amor
adherido a la tierra.
Necesitaba él
que lo abandone
para entender
que ya no me quería
y no sintió
yo necesitaba
apenas dos palabras
que escondía
Por eso sin pensar
tomó el camino
su espalda fue la noche
sal fue la distancia
estatuas de la biblia
mi evangelio de gracia
Así negó el te quiero
y me soltó al destino
sin pronunciar palabra.
otoño en el tejado
Te arrojo corazones y palomas
y puntas de alfiler para engancharlos
a mí no me incomoda la deshora
ni la tarde, lo aturdido o lo sagrado
yo
ataba los males y las sobras
y el destino funesto del cansancio
Te amaba
como se ama al sol de otoño
por las tardes en que asusta
la lluvia en el tejado
Te amaba
y todo me exigías
porque nada de lo mío iba a alcanzarte
Te
amaba como al niño que veía
tan herido, asustado e inconstante.
Hugo Mujica
“ Llueve
y el jardín huele a infancia” [ Fragmento poesía
“Infancia”]
Hugo Mujica es el hombre del
decir intenso; de los silencios profundos. Es el poeta que mira hacia adentro y
trasciende, porque logra integrarse en
el pensamiento de su lector, de su intérprete.
Nace de Mujica, una poesía de
silencio y luces, de chispas de carbón encendido, de brasas. Casi sin palabras,
desarrolla un hilván de letras que pierden relevancia ante la potencia de la
imagen desnuda. El hombre se desdibuja y da paso a la comunión con lo natural,
a la comprensión que no se explica, da paso al sentimiento del impacto.
Es un poeta en la piel, que se
rebela frente a lo artificial, que desviste al nudo creativo del contacto con
lo íntimo, con lo sereno, con la vibración de la vida. Es luz, es latido, es
sentir.
En
su expresión, da un torque a las figuras retóricas que nos dejan al filo del
alma; para el lector, cada poema es una bisagra en su tema. Ejecuta silencios
largos, cierres filosóficos contundentes que constituyen un impacto al pecho
que deja pensando o sintiendo alguna imagen fuerte. Describe sensaciones que se
sostienen por ejes filosóficos definidos, concretos. El hecho es identificable como una lectura de la
realidad, en su interpretación crea un mundo desde lo pequeño significante
hacia lo macro universal.
Estudioso de Heidegger; de Hölderlin y de Nietzsche; sostiene
que, a partir de este último, el
hombre actual se concientiza del cambio occidental; del fin del hombre blanco,
porque los europeos abandonan a Eros por
favorecer a la tecnificación eficiente y sus beneficios de comodidad; sus jóvenes son cada vez, menos, no se
sienten atraídos a ser padres y, por ello abastecen su población con los
movimientos migratorios; necesitan a los inmigrantes que aportan sus
necesidades concretas; su contacto con lo natural, con el hambre.
Se ocupa
de temas intensos; toma el todo, lo vacía y lo construye nuevamente; se
desintegra en el tema, para volver a crearse, tal como refiere en
“Lo imposible
Llueve sobre
el silencio de un plato vacío,
llueve
y se desborda lluvia.
Hay que derramarse hasta
lo imposible de uno mismo:
la herida sin decirse sangre,
el alma sin saberse alma.
Esta obra, en particular, me
hace sentir que es el poema quien escribe al hombre; aquí hay
una cicatriz que marca la diferencia.
Remata sus versos con
declaraciones rotundas, por ejemplo:
“ahora que he muerto en
otro.” [Poema “Hace apenas nueve días”]
“hasta el gemido final,
el que pide perdón por todo crimen ajeno:
el que perdona a dios.” [Poema: “Hasta el final”]
Seguidor de la tendencia de
Derrida en cuanto a la presencia del poema, que necesita omitir obstáculos
visuales, retorna al origen de la comunicación utilizando los silencios
marcados al final del verso y sangrías largas que imprimen en el lector una
atmósfera sutil, pero, con tendencia poderosa hacia la meditación como
consecuencia directa del poema.
Datos biográficos :
Fuente: Revista
Poemanía Nº 51 [10 de enero de 2008]
Hugo Mujica: nació en Buenos Aires (Argentina) en 1942. Estuvo radicado en
Estados Unidos. Durante siete años vivió en el Monasterio Trapense de la ciudad
bonaerense de Azul, en el silencio y la meditación. Es sacerdote y autor de los
siguientes libros "Brasa blanca" (Poesía,
editorial Sitio del Silencio, Buenos Aires, 1983); "Sonata
de violonchelo y lilas" (Poesía, editorial Sitio del
Silencio, Buenos Aires, 1984); "Camino del nombre" (Ensayo,
editorial Patria grande, Buenos Aires, 1985); "Responsoriales"
(Poesía, ediciones El Imaginero, Buenos Aires, 1986); "Escrito
en un reflejo" (Poesía, ediciones El Imaginero, Buenos
Aires, 1987); "Origen y destino. De la memoria del poeta
presocrático a la esperanza del poeta en la obra de Heidegger".
(Ensayo, editorial Carlos Lohlé, Buenos Aires, 1987); "Camino
de la palabra" (Ensayo, Ediciones Paulinas, Buenos Aires,
1989); "Solemne y mesurado"
(Cuentos, editorial Losada, Buenos Aires, 1989); "Kyrie
Eleison". (Ensayo, editorial Estaciones, Buenos Aires,
1991); "Kenosis" (Ensayo, editorial
Troquel, Buenos Aires, 1992); "Paraíso vacío" (Poesía,
editorial Troquel, Buenos Aires, 1993); "Para albergar una ausencia"
(Poesía, editorial Pre-Textos, España, 1995); "La
palabra inicial" (Ensayo, Editorial Trotta, España, 1996);
"Flecha en la niebla. Identidad, palabra y hendidura"
(Ensayo, Editorial Trotta, España, 1997); "Noche abierta"
(Poesía, editorial Pre-Textos, España, 1999); "Sed adentro" (Poesía,
editorial Pre-Textos, España, 2001); "Poéticas del vacío"
(Ensayo, editorial Trotta, España, 2002); "Casi en silencio"
(Poesía, editorial Pre-Textos, España, 2004). En 1987, recibió la Faja de Honor
de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE)
Autora Laura ORORBIA
LEONES – Pcia de
Córdoba - ARGENTINA
Laura Adriana ORORBIA, nacida poeta, un 27 de Mayo de 1967, vive en Leones, Córdoba. Comenzó a trabajar sus textos en
Noviembre 2009, con la profesora de Letras María
Isabel Frutero; cursó talleres con Patricia
Bence Castilla y Diego Sampo.
Su poema “JUANA
AZURDUY” obtuvo el Segundo Premio y Antología, en el Certamen Nacional
Bicentenario de la ciudad de Mercedes, Bs As; y fue Recomendación de Jurado en
Poesía y cuentos, en el Certamen Ediciones Ruinas Circulares. En Febrero de 2011, habilitó En Fuga y
Remolino, en formato de Blog experimental, viaja en búsqueda de maestro. Se
reconoce aprendiz de la vida y considera que para hacer literatura hay que
quebrar los moldes.
http://enfugayremolino.blogspot.com/
1 comentario:
Gracias, María Esther y Gabriel; siempre es emocionante encontrarse con las sorpresas que ofrecen los amigos...me intriga saber ¿Quién es el fotógrafo? miren que ha trabajado lindo pa´sacarme así. ABRAZO
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