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Bienvenida



Necesitamos compartir, necesitamos comprender, y solo podemos hacerlo mediante la palabra y toda otra forma de comunicación gráfica, gestual; que ingrese por nuestros sentidos, que emitan nuestros labios, nuestras manos, el cuerpo todo.

Para nosotros, para las personas, la comunicación fundamental, principal, se realiza por medio de la palabra, sea oral o escrita. Vivimos en un océano de palabras y señales comunicativas y la falta de ellas es como la falta de oxígeno a la vida. Sin ellas empobrecemos y en soledad podemos llegar al extremo de morir por ausencia de comunicación que en definitiva es ausencia de cariño, de amor; porque el opuesto, el odio, o simplemente la indiferencia, no permiten las palabras, no permiten la conexión, la comunicación. Solo se comunica, solo se habla cuando se desea comprender, cuando hay un principio de amor. Para ello, para compartir y comprender proponemos estas TARDES DE MATE Y CUENTOS; en ellas trataremos de alimentarnos de palabras, conocerlas y reconocerlas para llegar a tener una mejor comunicación, una riqueza y soltura del lenguaje.

Antonio G. Guzzo


lunes, 27 de junio de 2011

Provengo de la Montaña...

Provengo de la Montaña...


... Se escucha una suave melodía allá en la montaña.
Es el agua que de los hielos se está deshaciendo, y baja pausada por las laderas. Recorre cada grano de tierra, cada poro, cada hierba, cada hoja que adormecida se desprendió con el viento y cayó. Y el agua sigue sigilosamente corriendo.
Su cantar es liviano como el despertar de la mañana.
Poco a poco se encuentra con otras voces que bajan de otras montañas dándose la mano para caminar juntas. Mano sobre mano se abrazan, y van formado pequeños arroyuelos.
Siguen uniendo sus manos y sus cantos hasta formar un gran arroyo. Pero los arroyos no son capaces de albergar tanto agua y escupen a los ríos el agua que les ahoga.
A su vez los ríos comienzan a naufragar y abren sus manos para dejar que corra agua a los mares.

En los mares cabe todo el agua, todo el canto de los torrentes, arroyos y montañas.
El mar es infinito y no necesita vomitar agua a ningún sitio. Sin embargo a veces llora, y sus lágrimas se evaporan bebiendoselas las nubes, que con el tiempo vuelven a la tierra en forma de gotas de lluvia.
Así sucesivamente. Por eso el canto del agua no cesa nunca, a menos que el hombre con la contaminacíón destruya a las nubes, y a la morada del canto del agua que son la montaña, los arroyos, ríos y mares...

2 comentarios:

MaBy dijo...

iSa, què hermoSo cuento !!!
bueno, no es un cueNto, es lo q ocurre en la naturaleZa contaDo poéticamenTe
¡me enCantó !

q el canto el aGua noS arrulle siemPre
q asÍ sea

abrazos

Isa dijo...

Gracias Maby, me alegro que te gusten.
Saludos y un abrazo