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Bienvenida



Necesitamos compartir, necesitamos comprender, y solo podemos hacerlo mediante la palabra y toda otra forma de comunicación gráfica, gestual; que ingrese por nuestros sentidos, que emitan nuestros labios, nuestras manos, el cuerpo todo.

Para nosotros, para las personas, la comunicación fundamental, principal, se realiza por medio de la palabra, sea oral o escrita. Vivimos en un océano de palabras y señales comunicativas y la falta de ellas es como la falta de oxígeno a la vida. Sin ellas empobrecemos y en soledad podemos llegar al extremo de morir por ausencia de comunicación que en definitiva es ausencia de cariño, de amor; porque el opuesto, el odio, o simplemente la indiferencia, no permiten las palabras, no permiten la conexión, la comunicación. Solo se comunica, solo se habla cuando se desea comprender, cuando hay un principio de amor. Para ello, para compartir y comprender proponemos estas TARDES DE MATE Y CUENTOS; en ellas trataremos de alimentarnos de palabras, conocerlas y reconocerlas para llegar a tener una mejor comunicación, una riqueza y soltura del lenguaje.

Antonio G. Guzzo


lunes, 6 de octubre de 2025

PRIMER EPÍGRAFE -

 

EPIGRAFE 1ª
Quedan invitados a desarrollar una narrativa o poesía, en ambos casos cortas. Lo importante es la motivación, y si gustáis lo presentan en este espacio. Disponemos de siete días.
¡Gracias!
La frase está tomada del cuento Simbad el marino
.....con dos magnificos ojos negros y una tez de jazmín...!“. -



Mi aporte...:

CUENTO CORTO, - LOS CHOCOLATINES

"...con dos magníficos ojos negros, y una tez de jazmín..!

Del cuento Simbad el marino

 

Entró sin permiso, sus pisadas eran leves, casi no me di cuenta de su presencia hasta sentir su aliento cerca de mi cuello; de ojos grandes, inquisidores noté que con su nariz atrapaba algún olor o perfume desconocido para mí. Era tan profunda su mirada oscura que atiné a convidarle un chocolate, lo saboreó, dio media vuelta y se alejó calle abajo.

Media hora después regresó con su prole en busca de mas chocolatines. Sin permiso, pero con respeto me indicó que quería otro regalo para sus hijos. No me costó nada entender y les di a ella y a cada uno de sus cervatillos unos exquisitos Bon o Bom al tiempo que acariciaba su suave piel.

©Antonio Guzzo – 2022 11 28


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