José Alberto Chirino
EL VIEJO CERVANTES
Acordé
con Cervantes, una mesa en su sitio. Cuando llegué, con mi esposa, estaba lleno
de gente. Apenas nos sentamos los molinos comenzaron a girar.
Fueron noches inolvidables. Las citas se repitieron por varios años.
Cervantes, con su rostro solemne, nos miraba desde el vidrio y a veces, hacía
de fondo de escenario. En cambio El Quijote, iba y venía por todos lados.
Estaba en la cocina, en las mesas, se subía al escenario y tarareaba, como
todos, las canciones que interpretaban los músicos. Yo recuerdo las veces que
se sentó junto a nosotros. Tenía el Don de la Caballerosidad, así que a mi
esposa, le caía muy bien. Compartíamos el vino y las empanadas árabes, que, de
todas las comidas, eran las que más nos gustaban. Sancho, nunca entró. Me
dijeron que se quedaba en los jardines junto al cuidador de coches porque, al parecer, tenía la encomienda de su
amo de esperar a Dulcinea y guiarla
hacia donde él estaba. Pero ella nunca llegó. Sin embargo, El Hidalgo no cesaba de hablar de su dama.
Solía decirle a mi esposa:--Ya verá cuando la conozca que no he exagerado, en
lo más mínimo, acerca de sus virtudes--.-
Una
noche cantaban Lorena y Daniel, que habían venido del Uruguay, traídos por
Rolando, quien se había propuesto hacernos conocer“esas joyitas”, que había
conocido por el mundo. En un momento en el que estábamos callados empezó a
sonar:Ahora que estás ausente/ mi canto en la noche te lleva/ tu pelo tiene
el aroma/ de la lluvia sobre la tierra/ y tu presencia en la viñas/ dorada de
luna se aleja/ hacia el corazón del vino/ donde nace la primavera…Lo
observé al Hidalgo que estaba con Rolando, ambos de pie, escuchando esta zamba
y por primera vez vi en sus ojos una profunda melancolía, por la ausencia de su
dama.
En
otra oportunidad, vi de nuevo sus ojos humedecidos, fue la noche en que cantó
Susana Castro, precisamente, cuando ella dijo que le había dedicado su último
trabajo a sus padres… y recalcó: -- Aún me invade el olor del adobe humedecido
… allá en Jáchal -- . El vino en ese
lugar, sabía mejor. Lo tomábamos de a sorbos. Después de brindar, Don Quijote
se recompuso y cantaba despacito siguiendo a Susana: solo por sentir tu piel/ con mi
guitarra/ voy buscándote en el alba … De nuevo nos sirvió las copas y
nos advirtió: -- --de a poco- Compadre Rolando/ empiece a creer/ cantando
tonadas al amanecer/ con la esperanza de encontrar un nuevo tiempo/ soltar las
alas y entregárselas al viento/ y andar cantándole al amor para crecer/ regar
la flor que va a nacer/ con nuevo aliento… A esta altura, El Quijote se
puso locuaz exaltando las bondades de su amada. Mientras, nosotros sentíamos
que se nos desplegaban las alas. Como si todo esto hubiera sido poco, Susana
cerró la noche cantando: Porqué será que parece/ que voy donde va tu
sombra/ que rama que el viento mece/ florece cuando te nombra…
Con mi esposa reparamos que a él le gustaban más los cantores. A los
espectáculos de Música Instrumental, los escuchaba mientras conversaba con
otras personas, en otras mesas.Sinembargo, el día que tocaban Rolando junto al
Gokú o Lucio con Luciano, o el mismo Juan Liendro, se ponía de pie, delante de
Cervantes, cerca de la puerta y los miraba extasiado, cuando tocaban sus
instrumentos. Había hecho muchos amigos.
Aunque no faltaba quien dijera que estaba loco. En lo particular, nunca creí en
su locura, más bien que se hacía el loco, para poder infringir las
reglas. Cosa que a todos nos pasa, aunque con menos frecuencia.-
Otra noche que se sentó en nuestra mesa fue cuando actuó Mili Yacante. Mili
nos pintó colores de acuarelas: caen las hojas del nuevo otoño/ está
llorando sin parar/ el sauce tan viejo aún está verde/ y espera el camino el
verde llegar… Allí el Quijote nos habló de sus andanzas, de cuantas
veces había salido airoso en ellas. Nos dijo que tenía Fe de que todo esto iba
a perdurar en el tiempo, y que a su nombre nadie lo iba a olvidar. Yo recordé a
Santiago Paredes, el pintor de corbatas anchas de todos colores, que pintaba
rejas y macetas floridas. Y a quien aludía la canción que cantaba Mili. También
él fue un Hidalgo Caballero, su lanza fue un pincel. Se perpetuó en el tiempo
no solo por su magnífica obra plástica, sino por la poesía de quienes lo
conocieron. La Fe del Quijote era inquebrantable.-
La
vez que vino Marita Londra de San Luis, también traída por Rolando, nuestro
Caballero se sentó temprano en mi mesa. Él pagó el vino, su ropa era nueva e
impecable.-Marita cantaba: Déjame ver lo soles que hay en tus ojos/esos
soles morenos de mis antojos/ me dicen que te olvide como si fuera/ una cosa
tan fácil que se pudiera… Marita, en su interpretación, lo miraba
directo a los ojos. Y el Caballero, que no se quedaba atrás, la miraba de un
modo… como si estuviera mirando a su amada. Sentí miedo de que confundiera esa
ficción con algo real. O terminara subiendo al escenario, como hizo con los
títeres. Pero nada sucedió. Cuando terminó la canción tomó vino de la botella,
la sirvió en su copa y se la ofrendó, ella la aceptó amablemente. Era un
perfecto Caballero.
Este
gentil hombre, sensible, era muy impresionable de todo lo que pasara en el
escenario, en especial de la letra de las canciones. Esto me recuerda
nuevamente la noche en que estuvieron los chicos del Uruguay. Lorena y Daniel
cantaban: Amargo mal/ las hojas secas del cañaveral/ yo sé quién soy/ me cae la
sombra desde el sombrero/ me cae la sombra como el antifaz/ yo sé quién soy!…A
lo que El Quijote responde de pie e intempestivamente: --Yo sé quién soy/ y
quien puedo ser!-- La canción seguía: Hay
que cortar/ Machete en mano/ yo sé dónde ir …aludiendo al cañaveral de
la caña de azúcar, pero, por lo visto él entendió que estaba dirigido a su
persona, y se sentó, un poco avergonzado.-
Un
día, de la nada, tomó el micrófono, en un recreo de los músicos, y nos dijo a
todos, con voz grave y solemne: --Aunque pudiéramos acceder a grandes cosas, o
a grandes placeres, nada se iguala a este minuto de bienestar. Este calor en
invierno, este refugio, las chicas bellas y gentiles de este lugar, este canto,
estas copas que alegremente compartimos. Estas pequeñas cosas, son las
responsables de que sigamos vivos en esta Tierra. Después de sus palabras, se
hizo un silencio que nadie quería romper. Él bajó del escenario y se fue a los
jardines. Fue todo tan mágico… que a mí, se me hacía que Rocinante estaba
pastando hierbas, cerca de los coches.-
Por
lo demás, a nosotros, este personaje siempre nos resultó agradable, fácil de
llevar, templado en el beber nos decía: --El vino demasiado ni guarda secreto,
ni cumple palabra—Cuando veía una parejita les aconsejaba: --han de saber que
el amor no escucha razones. Cuando el amor toma plena posesión de un alma, lo
primero que hace es quitarle el temor y la vergüenza-- .-
La noche del anuncio, noche negra si las hay, cantaron
Pieri y Marce, pareja de amigos a la que seguíamos, en sus guitarreadas. El
Quijote en cuanto los vio se vino a nuestra mesa, para estar cerca del
escenario. Altas cumbres de piedra y camino/ maduran el vino de mi soledad/ cuando
el sol sanjuanino/ como un viejo amigo/ me sale a encontrar/…Sirvió dos
copas y cantó con ellos el último verso: volveré siempre a San Juan/ a cantar!...
Los Mixtura, que así se llamaba el dúo, aceptaron el invite y brindaron con
todos, los que tenían las copas levantadas.-
La
primera vez que lo escuché contradecir la letra de una canción, fue esa noche,
con una chacarera. Lo vi marcar el ritmo con las palmas de la mano en la mesa y
negar con la cabeza, mientras la letra decía: Corazón trajinado/ en busca de su
destino… --no es así—decía bajito. Escalando va sin miedo/ las montañas de la
vida/ quiere revancha por todas/ las piedras de la injusticia/ yo quiero ser
guitarrero/ con furia le dijo al Diablo/ que estaba vestido de gala/ y se reía
por lo bajo/… jugando a jugar la vida/ la suerte que ayer buscaba/ a vender
todita su alma/ va rumbo a la salamanca… Cuando el canto terminó, a
viva voz El Quijote interpeló al dúo tratando de convencerlos: --Nada tuerce la
Voluntad del Hombre! No hay poder ni encantamiento que pueda torcer su
Voluntad. El Diablo es un invento. El Hombre es libre. Es el dueño de su
porvenir-- El público lo aplaudió y ahí
culminó la hazaña.-
Ni
bien terminó de cantar el dúo Mixtura, Rolando, último concesionario del bar, tomó el micrófono y
nos alertó que la noticia que nos tenía que dar, probablemente nos
entristeciera y anunció: --En 20 días más, El Viejo Cervantes cierra sus
puertas y no sabemos hasta cuándo. Las
Autoridades de la Provincia han decidido no renovar el contrato, para hacer
refacciones. Hay que colocar el Gas y además…-- La voz de Rolando se aminoró,
mientras explicaba los porqués y el murmullo de los presentes emergió con
lamentos e impotencia. Pasaron unos minutos y El Quijote tomó el micrófono, que
acababa de dejar Rolandoy nos dijo: --Tenemos 20 días para compartir- -… todos
hicieron silencio, --Después probablemente no me vean más, solo les pido que me
recuerden, porque yo vine al mundo para hablarles. He sido muy feliz en este
refugio, pido disculpas si alguna vez me excedí, no he tenido la intención de
ofenderles-- Dicho esto salió por la
puerta principal, donde estaba Cervantes. Giovenco tomó la guitarra y cantó: y
pidió veinte días de sol/ para poder despedirse sin frio/ veinte noches de
ardor/ que la luna lo alumbre/ que el río le lave su alma…
La
noche que cerró el Viejo Cervantescantó Paola Hascher. Su voz melancólica nos
invadió el alma. El Quijote no habló, solo levantó la mano, en la puerta, antes de irse, a modo de despedida. Mientras
Paola cantaba: Me voy mi amor ya me voy/ y mi corazón se quiere quedar… Atrás
de él, fuimos saliendo de a uno en uno, sin decir palabras. Hasta los mozos
tenían los ojos humedecidos.
Así cerramos el círculo mágico y entró la
nostalgia. En cuanto al Quijote, nunca
más lo vi en San Juan, que yo sepa, no se ha hecho presente en ningún otro
sitio.-
Referencias: El Viejo Cervantes fue durante muchos años el Café del
Auditorio de San Juan.Desde su creación pasaron varios concesionarios, siendo
el último Rolando García Gómez , quien es un eximio guitarrista sanjuanino y se
preocupó de traer números de excelencia, no solo de la provincia sino de la
Argentina y del Exterior . El edificio está rodeado de grandes jardines, en
verano se colocaban las mesas debajo de los árboles. Los autos de los
asistentes tienen una playa de estacionamiento.
Las canciones de las que se hace
referencia en este trabajo, igual que sus intérpretes mencionados con
sus nombres de pila, son hechos verídicos y tanto sus nombres como el de las
canciones y sus autores figuran al pie.- Las citas del Quijote han sido
acomodadas por el autor a nuestro hablar coloquial y están en el parlamento de
Don Quijote. La mención de Cervantes alude a su imagen pintada en el vidrio. Los paralelos entre las vivencias de los
participantes, los músicos y cantantes y las aventuras de Don Quijote, son
creación del autor.- A continuación, se
detallan las canciones por orden
de aparición :
Susana: Susana Castro ganadora de
Premio Revelación Cosquíin 1988/ cantante / dedicatoria a sus padres /
canciones: En tu Mirada , tonada de Daniel Diaz (“compadre Rolando” cogollo
dedicado a Rolando García Gómez); Porqué será que parece, canción de
Buenaventura Luna
Rolando y Gokú: Rolando García Gómez (Guitarra) y Guillermo GokúIllanes
(Percusión y Bandoneón)
Lucio y Luciano: Lucio Flores (teclados) y Luciano Gutierrez (Saxo)
Juan Liendro : Juan Carlos Liendro (Flautas dulce, traversa y Quena)
Mili: Mili Yacante / cantante/ Canción: Acuarela del Amor de Gabriel Guzzo y Oscar Carson
Marita: Marita Londra (San Luis)canción : El Imposible, coplas populares
recopiladas
Lorena y Daniel:
Lorena Astudillo y Daniel Mazza (Uruguay)canciónes: La Nochera (zamba), letra
de Jaime Dávalos y Música de Ernesto Cabeza; Yo sé quién soy, letra de Eliseo Salvador
Porta y Música de Alfredo Zitarrosa
Pieri y Marce:
PIerinaChalela y Marcelo Bartolomé DÚO
MIXTURA / cantantes / canciones: Volveré siempre a San Juan (Zamba) , letra de Armando
Tejada Gómez, música de Ariel Ramírez; Mandinga y El Guitarrero (Chacarera)
letra de Eduardo Bechara y música de Marcelo Bartolomé.-
Giovenco: Daniel
Giovenco /cantautor sanjuanino/Canción:
Veinte días de Sol (tonada)autorGiovenco
Paola: Paola Hascher
/ cantante / Cuando el Corazón se Quiere Quedar (tonada) letra de Oscar Valle y
música de Ernesto Villavicencio.-
José Alberto Chirino (Argentina)
Nació en San Juan,
Argentina; Docente; Músico; escribe Cuento y Poesía.-
Creador de la
Brigada Sol en la EIDFS de la Univ. Nac.
De San Juan (Proyecto ecologista: "los educados salen a educar")
declarado de Interés Municipal en la Municipalidad de la ciudad de San Juan.-
Ha participado de varios Encuentros de Música y Literatura.- Artesano en
trabajos de metal y madera.-
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