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Bienvenida



Necesitamos compartir, necesitamos comprender, y solo podemos hacerlo mediante la palabra y toda otra forma de comunicación gráfica, gestual; que ingrese por nuestros sentidos, que emitan nuestros labios, nuestras manos, el cuerpo todo.

Para nosotros, para las personas, la comunicación fundamental, principal, se realiza por medio de la palabra, sea oral o escrita. Vivimos en un océano de palabras y señales comunicativas y la falta de ellas es como la falta de oxígeno a la vida. Sin ellas empobrecemos y en soledad podemos llegar al extremo de morir por ausencia de comunicación que en definitiva es ausencia de cariño, de amor; porque el opuesto, el odio, o simplemente la indiferencia, no permiten las palabras, no permiten la conexión, la comunicación. Solo se comunica, solo se habla cuando se desea comprender, cuando hay un principio de amor. Para ello, para compartir y comprender proponemos estas TARDES DE MATE Y CUENTOS; en ellas trataremos de alimentarnos de palabras, conocerlas y reconocerlas para llegar a tener una mejor comunicación, una riqueza y soltura del lenguaje.

Antonio G. Guzzo


miércoles, 20 de agosto de 2014

IRENE RAQUEL GERSCHON CAPITAL FEDERAL/ BUENOS AIRES / ARGENTINA


Irene Raquel Gerschon
Capital Federal - Argentina

I - De barrios

Tiempo hendido al arco
siempre aquí
como un pliego clamado del baldío
la niñez
con el rumbo tropezado por la inercia
desde las matas que mastica el asfalto.


II - Pueblan

Vientos en las salientes del río
cada brazo arde
morteros de sal
para barrios henchidos en silbidos
que migran…

I - De ciudades

Entra en esos lugares
que han quedado aislados
para respirar su llanto
sudado de habitantes
perpetuos, cotidianos

un aire cautivo
tras las puertas
enloquece, asedia
en esos lugares
donde no existimos

cada resto
ha sitiado el tiempo
en fetiches que abrasan
temerarios en generaciones inmóviles
y siembran allí
las ruinas de sus reposos.

II - De ciudades

Han marcado escalas
atajos en dúplex
despojos por alojos
hileras con relojes
retoños de fractales
nevadas sobre bloques erguidas.

Han lacrado cruces al puerto
y desbastan
una línea dos… y así.


Así no me quedo.


PONENCIA: TRADICIÓN ORAL Y LO FANTÁSTICO
Irene R. Gerschon

Tradición oral

Todos sabemos que la tradición oral constituye desde los tiempos remotos el modo de trasmitir vivencias, conocimientos, y modos de ser en los albores de las culturas. Generación tras generación hasta nuestros días la oralidad ha ido creando vínculos intrínsecos entre adultos y niños, se ha manifestado en narraciones anónimas que se fundan en el conocimiento milenario de las colectividades humanas. El autor no es un individuo sino el pueblo, la comunidad o el conjunto de narradores orales anónimos: padres, abuelos, familiares o representantes que cumplen esa función dentro del grupo; como fueron los payadores en nuestro país, o poetas, juglares, cantores, bufones, trovadores. Por eso se suele decir, lo que caracteriza a la literatura oral es el autor colectivo o la carencia de autor.
Las poesías, canciones, cuentos, leyendas, relatos, mitos, fábulas, hasta aforismos, adivinanzas, nanas o refranes son algunos ejemplos de literatura oral

Se va formando así, un corpus de saberes donde el imaginario colectivo impregna fundando mitos, religiones y filosofías hasta llegar al conocimiento científico
Desde este lugar, la tradición oral adquiere un gran valor como fuente de información en la trasformación de los pueblos, sus historias, costumbres y creencias. Pero también nos conecta con lo literario. ¿cómo no contar si no es a través de nuestras entrañas, aquello que nos conmueve, nos atemoriza o nos sorprende?

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Explorar esta historia oral y la literatura oral, a manera de una introducción, será el propósito de esta ponencia.

Desde el comienzo la caza y la recolección, luego la agricultura y la ganadería, existieron como las primeras actividades que el hombre ha realizado en comunidad. La comunicación fue creando el espacio para reflexionar sobre el mundo, lo enigmático, el origen de las cosas, la omnipotencia de la naturaleza, los animales, el desarrollo y cambios de los seres vivos y el hombre en particular. Los viajantes relataban historias o asuntos relacionados con las guerras. El tema fundamental, aparece referido a la muerte, el enigma que desencadena los otros interrogantes. La vulnerabilidad con la que nacemos nos arroja al mundo que nos antecede y subyuga.
Para dar una explicación a todo aquello que no se comprende o se teme, el ser humano necesitó evocar a su imaginación para dar sentido, orden a la existencia. La subjetividad de estas actividades mentales nos dejó enseñanzas, trasmitió vivencias y comenzaron a florecer las primeras narraciones orales.
Son imaginarios en las representaciones de lo vivido a nivel personal, biografías o historias de otros. Lo fantástico construye una creación colectiva de diálogos, indicaciones dramatúrgicas referentes a un libreto oral.

Van fundando lo mitológico como respuesta al origen de las cosas; creencias tan fuertes que lo fantástico se instala como una fuente del saber y como recurso de memoria y participación subjetiva de cada generación, Esto no significa desconocer que la civilización apareja otro aspecto que es el poder, desde el cual se manipula e instrumenta sobre las costumbres, religiones, filosofías y formas de pensar.

Las primeras narraciones que se conocen están escritas en verso, donde participa la memoria y ciertas pautas establecidas pero también facilitando la particularidad del narrador, su impronta que sumado a elementos kinésico-proxémicos, de entonación y prosodia, comienzan a formar los modos de decir ante distintas audiencias. ¿Cómo no contemplar en esta riqueza de decires la fuerza de lo fantástico? Es el corazón que recorre la oralidad porque el pasado transita en el presente cargado de vivencias: las voces de los narradores imprimen imágenes subjetivas y arman un colectivo en memoria, concepciones, admiración y anhelos como así también preservación o justificación ante el temor a lo desconocido. La oralidad confiere al hombre diversos sentidos, cosmovisiones, proyecciones y concede imaginarios geográficos.


Los narradores orales de los pueblos eran, por tanto, muy apreciados y el pueblo gustaba de oírlas. Eran embellecidas, modificadas, complementadas de acuerdo a las características de los narradores y las exigencias de las audiencias. Más tarde las distintas generaciones fueron adicionando o inhibiendo elementos, es decir, conformaron una dialéctica de relatos escuchados- narrados. Hoy por hoy también vivimos esta combinación, retroalimentada por la tecnología, los medios de comunicación y nuevas relaciones que incorporan la globalización como elemento interesante a profundizar.
Por eso cuando decimos oralidad la literatura se abre en la voz del que narra, se extiende y combina pasado, historia contada y presente.

A mi criterio la oralidad constituye un acervo que genera huella desde la infancia y perdura de manera única en la adultez. Esta potente apropiación va más allá de transmitir o reproducir un discurso oral que se instaura en ficcionalidad literaria, se estampa y desarrolla con la literatura escrita. Hoy en día lo oral y lo escrito presentan un mosaico de interlocuciones muy interesantes para un estudio más profundo. Observemos por ejemplo las jergas juveniles o las impulsadas por los medios de comunicación tanto en adultos, jóvenes o niños.



Breve recorrido literario histórico social

En general, se reconoce al escritor francés Charles Perrault (1628-1703) como el principal difusor del personaje de Mamá Oca. En 1697 publicó su libro de relatos más conocido, Histoires ou Contes du Temps passé (Historias y Cuentos de Tiempos Pasados), que subtituló como Les Contes de ma Mère l'Oye (Los Cuentos de mi Madre la Oca), nombre con el que fueron conocidos y traducidos a numerosos idiomas. El personaje de Mamá Oca es empleado por Perrault en su libro como el de un falso autor de los cuentos, instrumento que le permite entroncar directamente con la tradición oral francesa, que reconocía a Mamá Oca como autora de los relatos infantiles, y acercarse así al lector.

 En realidad el significado de Mamá Oca fue dado a las mujeres del campo supuestamente creadoras de las historias y poemas orales. Si bien no hay ningún escritor específico identificado con tal nombre, la primera mención conocida aparece al lado de una crónica versificada de eventos semanales, que apareció regularmente por años, en La Muse Historique de Jean Loret en 1660comme un conte de la Mere Oye ("como un cuento de Mamá Oca").

Otro ejemplo de tradición oral que llega a la literatura escrita es El traje del emperador. La versión de Andersen[1]  está basada en una historia española recopilada por el infante Don Juan Manuel en  El conde Lucanor un libro de cuentos moralizantes escrito entre 1330 y 1335. Andersen no conocía el original español, pero había leído una traducción al alemán titulada: Así es el discurrir del mundo, y en ella se basó para escribir su versión. Se pueden encontrar variantes de la historia ampliamente dispersas por el globo, incluyendo versiones de la misma en Sri Lanka, Turquía y la India
En el cuento original, al rey le engañan unos tejedores que dicen hacer un traje invisible para cualquier hombre que no sea hijo de su presunto padre. Andersen quiso evitar referencias subidas de tono en su trabajo y alteró la historia de origen para dirigir el foco hacia el orgullo y la vanidad intelectual cortesanas en lugar de la paternidad adúltera.

En el caso de los Hermanos Grimm[2] gran parte de las historias orales fueron conseguidas a través de una o varias mujeres hugonotes (eran protestantes franceses de origen calvinista). Titularon su libro: Cuentos para la infancia y el hogar en dos volúmenes de1812 y 1815 con edición ampliada en 1857


[1] Los Hermanos Grimm es el nombre usado para referirse a los escritores Jacob Grimm (1785-1863) y Wilhelm Grimm (1786-1859).



Particularidades del quichua

l Runa Simi, se le dice al Quechua o Quichua. Hoy en día, se extiende por Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina, lo hablan alrededor de 8 millones de individuos. También en otros países cuando se producen migraciones por trabajo usan el quichua porque no conocen otro idioma. En Buenos Aires y Tucumán es una lengua que ha desaparecido[3]
 El primer antecedente que se conoce data de 1770 cuando el rey Carlos III prohibe el uso del habla reinante en estas tierras. Tan es así que esta lengua desaparece en Tucumán y otros centros urbanos del NO argentino en las primeras décadas del siglo XIX.
Sin embargo se sabe que el quichua fue (entre otros que conocemos como el guaraní) el medio indiscutible que permitió la comunicación entre conquistadores y nativos para concretar la dominación de estos últimos.

            Luego en la segunda década del siglo XIX la política adoptada en función de la unificación nacional determinó la desaparición del quechua en Catamarca, La Rioja y Salta.
 Santiago del Estero será la provincia que conservará el idioma manteniendo las dos lenguas. Al modo de ver de Mario C. Tebes y Atila Karlovich F. el quichua se usaba como lengua en el orden privado, en el trabajo y en el comercio local como vehículo de comunicación oral y el castellano fue utilizado como el lenguaje oficial, escrito y ceremonial. Del conocimiento que llega de mi familia lo dicho sigue pasando en la actualidad.
Desde la época de la conquista, según estos autores, el castellano se identificaba con la argentinidad y el quechua con la condición inferior de indios y extranjeros. La represión de la lengua por parte de la escuela como agente hegemónico para la nueva conformación de la Argentina, infundió desde la subjetividad y buenas costumbres, considerar inferior a quienes lo usaban. Esto generó un denominador común en la mayoría de los santiagueños que no pertenecían a las clases dominantes, un sentimiento de vergüenza a la lengua materna con la cual se identificaban desde sus propias vivencias y sentires.
Domingo A. Bravo, maestro de escuela, autodidacta como lingüista comienza a introducir el dialecto santiagueño en el ámbito académico alrededor de 1950. Su última publicación contiene una colección de relatos orales “Estado actual del quichua santiagueño”[4].
Por otro lado Sixto Palavecino, nacido en Barrancas Departamento de Salavina de origen campesino le da un empuje y rescata del olvido colectivo con su música y canciones. Es famosa la chacarera doble Penqakus kawsaq krani. (Penqakus kausani; la traducción sería: Vino teniendo vergüenza). Allí se refiere a la memoria colectiva, la personal, el desamparo de la marginación y la vergüenza de lo propio. Palavecino junto a otros músicos e intelectuales quichistas funda El Alero Quichua Santiagueño. Es la figura que trasciende como músico pero también como defensor de la cultura quichua. “es evidente que su estética nunca rebasó el umbral de la oralidad[5]

Nuevamente es la poesía la que se impone como género originario en esta lengua oral. Los cancioneros bilingües parten de rimas infantiles y adivinanzas, coplas que acompañan a la música. Son de autores anónimos y cantores populares semiprofesionales.

También se rescata una narrativa tradicional desde la literatura quichua, a través de anécdotas, ya sea de relatos de miedo, vinculadas a leyendas, otras dedicada a cuentos de animales (como protagonistas se encuentran el alma mula, el zorro don Juan, burlador de su tío el tigre, el diablo burlado, el zorro Juancito, entre otros). Figuran además, diálogos, relaciones de costumbres antiguas, testimonios personales. Sus autores son “gente de campo”.
Los cuentistas y versificadores improvisaban sobre el contexto que los rodeaba y no sobre un texto a escribir. La ambientación podía ser una reunión, una mateada con guitarras, un acontecimiento importante o cuando una familia invitaba a todo el pueblo a su casa con empanadas. En este marco, la creatividad y lo imaginario nutrían lo fantástico como escenario para la escucha, el asombro y la comunión que conforma el compartir un “nosotros” que atesora nuestras fuentes y el respeto de una cultura negada.            Estas costumbres aún existen hoy en día.
Como docente pienso que la oralidad establece un rol excepcional en la constitución de la zona de desarrollo próximo del que habla Vigotsky para el desarrollo de la subjetividad contenida por el afecto y el arraigo de nuestra identidad. El rescate de las memorias, el recorrido por lo negado. La reflexión sobre nuestro patrimonio cultural nos dignifica como hacedores del presente y ejemplo de lucha para los futuros jóvenes








IRENE RAQUEL GERSCHON Nació en Capital Federal. Ejerce allí como docente y bibliotecaria especializada en Literatura Infantil y Educación por el Arte. Trabajó en Gran Bourg, José C. Paz, (Provincia de Buenos Aires), Trelew (Chubut) y en la biblioteca de La Sociedad Científica Argentina. Participó en defensa de los derechos docentes. Poeta desde muy joven y artista plástica (estudió en el IUNA); realizó exposiciones y talleres Plástico-Literarios para niños en el Colegio La Obra, La Casa de la Lectura (con escuelas municipales y público en general) y en la Feria del Libro Infantil (2011). Organiza en las bibliotecas escolares, talleres literarios, de lectura, radio y teatro para niños desde 1994 hasta la actualidad. Participó en el II, III y IV Encuentro Internacional Comunitario de Escritores de San Juan. Investiga sobre arte digital y poesía visual. Su obra se mantiene inédita.





[2] Los Hermanos Grimm es el nombre usado para referirse a los escritores Jacob Grimm (1785-1863) y Wilhelm Grimm (1786-1859).
[3] En la República de Ecuador, el Quechua (los ecuatorianos lo llaman Quichua), la cantidad de hablantes supera los 2.233.000. En Perú, por Decreto Ley N° 21.156, cuando el gobierno del general Juan Velasco Alvarado, el Quechua adquiere rango de Lengua Oficial de la República, al igual que el castellano, y se reconocen seis variedades dialectales: Ancash - Huaylas, Cajamarca – Cañaris, Junín – Huanca,  Ayacucho – Chanca, Cusco – Collao y San Martín. Es en el Perú, en donde encontramos la mayor cantidad de quechuahablantes: 4.402.023.                En Bolivia, es hablado por 1.594.000 personas en los departamentos de Cochabamba, Chuquisaca, Oruro y Potosí, mientras que en Argentina el Quechua sólo es hablado como lengua nativa por 150.000 personas, principalmente en los departamentos ubicados en la mesopotamia Santiagueña, región ubicada entre los ríos Dulce (Mishki mayu) y Salado (Kachi mayu), en la provincia de Santiago del Estero. Fuente http://www.argentina.indymedia.org/news/2004/01/166925.php

[4] Tebes, Mario C y Karlovich E, Atila. Sisa Pallana. Buenos Aires, Eudeba,2006, pág. 25
[5] Idem 4 pág. 35

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