Cada vez que encuentro una estrella
Se aloja en mi el niño jubiloso
E inútilmente estiro el brazo para alcanzarla
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No mires mi piel
¡No!
Mira mis ojos
Mira mi boca
Mira mi adentro
La piel es del viento y de la tierra
Del sol y de la luna
Me protege
Dame tus ojos
Tu voz
Tu alma
4 comentarios:
Para leer en voz alta..
Y cada vez lo volveré a estirar, para sentirme niña (niño)
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No mires mi piel
no! ..
Estas palabras son un pedido, me suenan casi como un ruego.
Un saludo.
ES bueno tener donde agarrarnos para seguir teniendo ilusiones de niños. Estirar los brazos para agarrar a una estrella y jugar con ella, nos hace retornar a la niñez.
No mires mi piel...
Con esto nos están diciendo que no miremos el exterior de las personas, sino, que profundicemos más en lo que hay dentro del envoltorio, en la forma de ser. El físico al fin y al cabo con los años se deteriora. El corazón y la belleza interior, siempre estarán intactas.
Como dices en el poema, la piel le pertenece al sol y a la tierra.
Los ojos son el espejo del alma. La boca es la mediadora del alma.
Saludos y muy bonito Antonio.
Dame tus ojos, veré por ellos
Tu voz, será música envolvente
Tu alma ..
sólo así sabré que me amas
oh! Antonio, que belleza, dar el alma es .. todo. Es amar.
Tuve un momento sumamente placentero leyendo en voz alta.
Gracias, un abrazo.
Sentí un montón de emociones acá dentro, en mi latita de ojalata recubierta de acero, en época de oleaje..
Volví a ser niña (aunque creo que nunca dejé de serlo) mientras lo leía..
Un abrazo para todos y todas,
Malena
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